jueves, 10 de enero de 2013

UN SEÑOR ELEGANTE FISGÒN................Cristòbal Pacheco

Un señor elegate fisgòn, espìa por el ojo de la cerradura a la quinceañera que se desnuda,  le arde el ojo de tanto ver, es como si la imàgen vista se quedara impresa solo en el iris de ese mar azul del ojo...es la curiosidad o lo perverso de su mirar, no lo sabemos, o puede que nos lo imaginemos, la mente es peligrosa en su actuar, dice uno de esos intelectuales hipòcritas que han alimentado el mundo con sus ideas....Al señor elegante fisgòn, lo espìo desde una puerta entre abierta por el corredor de esa enorme casa vieja,  y mi imaginaciòn vuela libre con sensualidad...detràs por el espejo alguien me vigila, es mi abuela que con paciencia rehuye de querer saberlo todo, sentada en su mecedora quiere enterarse de lo que estoy haciendo, no se imagina que igual que ella, quiero saber lo que el señor elegante fisgòn observa a travès de la cerradura, màs bien si se, porque lo he hecho muchas veces...la puerta se abre y la chica sale corriendo por el jardìn, la conexiòn se ha roto, el señor elegante fisgòn da la vuelta y camina derecho enjugàndose la comisura de los labios, su elegancia se dispersa en sudores sensuales, cierro la puerta y nervioso me volteo para ver detràs de mi, no hay nadie, solo la mecedora que sigue su ritmo de movimiento, alguien se ha levantado y ha escapado hacia la calle....el olor de jazmines impregna la casa........C. Pacheco

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